Anoche fuimos de celebración de cumpleaños a uno de los ?en cuanto a restauración se refiere en Alicante, el restaurante César Anca, en la calle Cid 11.
Poco más que reseñar que no se haya dicho ya de Cesar Anca, para mí es muy especial pues nos conocemos desde sus comienzos en General Lacy y ya son muchos años disfrutando de sus platos y de su gente, en este caso de Paco, un tío muy grande.
💶 El coste de esta comida fue de 55€ por persona todo incluido.
🍷 Dos cervezas con unas almendras para comenzar mientras Paco nos aconsejaba sobre qué pedir y esta vez pedimos nuevos entrantes que estuvieron cada cual mejor.
🍷 Paco nos sorprendió con el vino, elegido por él y menuda elección, acorde para el momento, un vino francés, Saint Amour, muy bueno y con cuerpo.
🍴 Arrancamos con un tiradito pero, en lugar de wagyú le pedimos si podía cambiar éste por lubina, con queso trufado, rúcula y cebolla roja. El resultado espectacular, muy agradecidos por el cambio.
🍴 A continuación unas vieiras al vapor de piña colada con ratatuille de cítricos, perfecta combinación de sabores. Es la primera vez que las he probado de esta forma y realmente sorprende el sabor del conjunto.
🍴 Terminamos las entradas con un huevo poché con brandada de bacalao y espárragos en dos versiones, un plato simplemente perfecto.
🍴 De principales carrillera de ternera con tapón de manzana y crema de patata temprana, lo probé y estaba muy buena, y para mi, un romsteak de carne de Wagyu con mostaza y crustillant de frutos secos, una maravilla. ¡Qué mano tiene Iván!
🍰 Para endulzar la velada la Rigotarta de limón, galleta y base de chocolate, con vela incluida ?. muy buena, con un gran sabor a limón potenciado aún más por la ralladura de lima que llevaba por encima.
🍷 Finalizamos una gran cena con un cortado y dos medios gin tónics de Nordés con fever tree.
🗨 Como siempre un placer visitar tan grato lugar y si encima te atienden como lo hacen siempre, mayor satisfacción aún.
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El deseo de mi hermana nos llevó de nuevo al restaurante César Anca pues no lo conocía y quería probarlo. Cuando llegamos me dijo que adónde quería ir era la barra de César Anca ya que ni siquiera conocía la existencia del restaurante.
Y la verdad es que fue una pena pues aunque comimos bien, por alguna extraña razón yo siempre salgo más satisfecho te la barra (el comedor interior, ya sabe el lector que no soy mucho de taburete para comer) qué del restaurante, aunque sé de sobra qué comparten recetas y producto.
Era un domingo a mediodía en el comienzo del verano y estuvimos solos, no en plan metaforico, solos completamente los cuatro.
Fue una comida / cena para x personas y pedimos todo a compartir
─ Tartar de salmón salvaje (1 x 11,75€). Bueno. En un plato así uno espera encontrar producto, y lo encuentra, pero también espera encontrar en un restaurante como César Anca algo más en la preparación y la verdad es que no lo encontré.
─ Tiradito de Wagyu (1 x 10,75€). Muy bueno. Había probado una carne similar y con un corte parecido en un restaurante japonés y aunque en aquella ocasión me gustó mucho el precio me pareció un poco disparatado. Aquí, este plato, no tiene nada que envidiar al que ya había probado y resultó muy del agrado de todos los comensales :star: .
─ Cazuelita de callos de bacalao (1 x 10,75€). Excelentes. Sí bien mi cuñado no quiso probarlos los tres comenzar que nos repartimos el plato nos parecieron buenísimos, es lo que yo espero buen producto y buena preparación. Además hay que decir que la presentación fue excelente pues nos trajeron unos pequeños cuencos de dónde servirnos de la pequeña cazuela que íbamos a compartir ?
Principales:
─ Arroz de gamba roja (1 x 17,50€). No lo probé así que no puedo opinar pero mi cuñado dijo que estaba bueno aunque tampoco demuestro demasiado entusiasmo.
─ Cocochas de bacalao (1 x 20,50€). Muy buenas. Aunque en la carta indicaba claramente que las cocochas llevaba guisantes tiernos, no es algo que pegue demasiado. Hecha esa salvedad, la salsa (en realidad es por lo que se pide ese plato), estaba muy buena.
─ Carrillera de ternera (1 x 19,50€). La pidió mi hermana y se mostró entusiasmada y encantada con el plato alabando sobre todo la combinación con el trozo de piña que lo acompañaba .
─ Magret de pato sobre cuscús de verduras (1 x 21,50€). Bueno. Había leído tantas cosas buenas de este plato que resultó una decepción ya que la salsa generosamente servida, era tan fuerte que apenas permitía distinguir el resto de los sabores del plato; sí además tenemos en cuenta qué fue el plato más caro de la comida, la decepción se acentúa. Pido disculpas por la mala calidad de la foto pero he creído que podía aportar algo a este comentario.
─ Tarta de manzana a la que pedimos un suplemento de helado de violetas (1 x 7,75€). . Muy buena. En realidad es de las mejores tartas de manzana que he comido en un restaurante y realmente se parece a una tarta de manzana es decir, tiene manzana y no crema pastelera ❤
─ Canutillos de queso con helado de violetas (1 x 6,75€). Muy buenos. Un clásico de la casa y que no defrauda yo creo que más por ese excepcional helado de violetas que por los canutillos en sí mismos, que esta vez no me sorprendieron tanto.
─ Agua personalizada (2 x 1€). Estás iniciativas aunque con mucho retraso con respecto a otras zonas de España, merecen alabanza.
─ Finca Moncloa (1 x 18,50€). Un vino hecho con una uva autóctona de Cádiz denominada tintilla de Rota, un vino que a mí me gusta bastante pero que a mi hermana no le gustó nada.
─ La nota de esta comida fue de 43€ por persona todo incluido y de 33€ por persona sin incluir las bebidas (vino, agua, cafés, cervezas, refrescos, copas…).
Cuando atraviesas la enorme puerta de cristal del restaurante te das cuenta de que el local no es muy grande pero muy acogedor, con mesas de madera que se ubican alrededor del cuadrado que forma el salón, sillones corridos y paredes de piedra vista.
Cuando te entregan la carta ya te das cuenta de que es una cosa diferente a la barra, ya que los platos que se ofrecen son diferentes pero los precios también son bastante más elevados de lo que yo recuerdo. No obstante, al igual que sucede en la barra, todo lo que lees en la carta resulta apetecible y te dan ganas de pedirlo.
La carta es amplia, con algunos platos que comparte con la barra pero solo unos pocos, aunque obviamente el estilo de cocina es el mismo o muy parecido.
La carta de vinos eta cuidada, con cosas originales y precios alicantinos, es decir que tiran hacia arriba.
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➕ El agua “personalizada”, que además de ser más económica para el comensal, es muchísimo más ecológica
➕ En local es bastante agradable.
➕ Servicio muy profesional.
➖ La mala costumbre de cobrar por el pan (u otras cosas), que nadie ha pedido.
➖ Una factura complicada, ya que los precios de la carta les quitan el IVA y luego al final de la misma, se suma. No creo que sea nada difícil hacer el cambio en el programa del TPV y desde luego da una imagen de mayor transparencia.
➖ Las mesas están demasiado juntas, más propio de un bar de menos prestigio y de menos precio.
🗨 En general salimos más contentos de las entradas que de los platos…. así que plantéate comer de entradas.